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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Para la competencia, uno solo es poco
La empresa dominante de la televisión por cable en los principales centros urbanos del país deberá desprenderse de una de las dos operadoras. Cablevisión calificó la medida de “ilegítima, arbitraria y abusiva”.
La Secretaría de Comercio Interior resolvió ayer desaprobar la fusión entre Cablevisión y Multicanal, las dos principales operadoras del sistema de TV por cable del país. La noticia trascendió a partir de un comunicado de Cablevisión repudiando la resolución y fue posteriormente confirmada a este diario por fuentes oficiales. Entre ambas, según se señala los especialistas, representan el 61 por ciento de la facturación del Grupo Clarín, principal accionista. El rechazo a la fusión obligaría al grupo a desprenderse de una de las dos operadoras para permitir la participación de otro competidor en el mercado.
Cablevisión calificó de “ilegítima, abusiva y arbitraria” la resolución, en un comunicado que emitió ayer dando cuenta de la medida. El punto en discusión no es la posición dominante que, de hecho, se genera a partir de la fusión. Comercio Interior había dado lugar, en el año 2007, a la unión entre ambas ex competidoras, pero le había exigido el cumplimiento de determinadas obligaciones al grupo controlante para que los beneficios empresarios se volcaran en favor de sus clientes, y no en su contra aprovechando la posición dominante. El plazo para concretar lo exigido venció el 7 de diciembre, justo dos años después de que Cablevisión firmara dicho compromiso ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).
Según detalla Cablevisión en su comunicado, “este cumplimiento fue informado el viernes 11 de diciembre a través de un documento suscripto por terceros independientes, que incluyó reconocidos especialistas en defensa de la competencia y firmas internacionales de auditoría para los aspectos contables y tecnológicos”. Los especialistas independientes son los ex funcionarios del área de Defensa de la Competencia (gobiernos de la Alianza y el menemismo) Carlos Winograd, Diego Petrecolla y Gabriel Bouzat. Las firmas de auditoría que suscribieron el informe son Price Waterhouse y la multinacional Cisco.
Se desconocen sus conclusiones, pero de acuerdo a lo informado por otras fuentes del grupo la evaluación se habría centrado principalmente en la magnitud de las inversiones realizadas (“la inversión de 180 millones de dólares prometida al ente de control fue sobrecumplida, hasta alcanzar 632 millones”) y en la extensión de los servicios, al ampliar su masa de clientes en televisión paga y de conexión a Internet por banda ancha, y en la expansión de su servicio digital (canales de audio y video, señales de alta definición, canales pay per view y DVR para almacenamiento digital). En cambio, se desconoce si cumplió con otras cuestiones requeridas por la CNDC relacionadas con la “libre” competencia y acceso, como ser:
- Garantizar en las áreas donde no exista un proveedor alternativo una tarifa al menos igual a la vigente en el Area Metropolitana de Buenos Aires.
- Ofrecer un servicio social opcional de TV paga, de abono reducido, con un mínimo de diez señales adicionales a las de televisión abierta, el cual debería estar disponible para más de cinco por ciento de los hogares servidos por la red propia en el Area Metropolitana.
- Proveer en forma gratuita la conexión de cable a establecimientos asistenciales, educativos, de salud y comunitarios.
Cablevisión juzga, en cambio, que la Secretaría de Comercio Interior firmó la resolución 1011 el lunes 14 “sin tiempo material para el procesamiento de la información” elevada por la empresa el viernes 11. “Se trata de una decisión eminentemente política, que se inscribe en el marco de la campaña sistemática de hostigamiento” contra el Grupo Clarín, se victimiza.
La fusión entre Cablevisión y Multicanal, en 2007, dejó a la compañía con el control del 85 por ciento del mercado de televisión por cable en Capital Federal, igual porcentaje en Córdoba Capital, el 94 por ciento en La Plata, el 78 en Santa Fe Capital, el 95 en Santa Rosa y el 80 en Paraná, además de un control superior al 80 por ciento en al menos diez municipios del conurbano. La tarifa, en vez de “transferir las ganancias de eficiencia por la fusión”, fue permanentemente in crescendo en estas áreas, donde la posición dominante no deja lugar a dudas.
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MEDIOS Y COMUNICACION
El color de la multitud, de Internet al sueño
Desde Milán, Mela Bosch expone sobre los distintos alcances de una convocatoria virtual que movió a diferentes formas de manifestación, pero sobre todo, a la expresión de un sueño, de un deseo, a través de un color.


Por Mela Bosch
Desde Milán
Las teorías comunicacionales sobre el periodismo digital y global, con sustento en lógicas como la bayesiana, nos dicen que todo nuevo suceso se debe apoyar en las experiencias adquiridas para ponderar las tendencias futuras, de manera que se debe innovar en forma paulatina para tener éxito. Las actuales técnicas de imagen comunicacional nos dicen que el “no” no vende, que se debe enunciar en forma positiva, con sentidos claros y concisos. Se considera asimismo la importancia de adaptar los contenidos a las lenguas y las culturas y todos estamos de acuerdo en que el monopolio de los medios de comunicación ahoga la expresión social. También se afirma que el blog está muerto pues la gente escribe más de lo que lee, que las redes sociales sólo sirven para comunicar banalidad y recolectar datos de los usuarios. Finalmente los expertos en rating aseguran que es posible medir y seguir con precisión la participación en eventos mediáticos.
¿Es todo cierto? Quizá no. Quizás aún debemos aprender mucho. El 5 de diciembre de 2009 en multitud de lugares del mundo simultáneamente una convocatoria que se inició en forma virtual, al margen de los monopolios mediáticos, con contenido de oposición, polisémico, multilingüe, multicultural y que aún no ha podido ser realmente medida, nos alegró el invierno de la crisis europea.
El No B day, el Día No Berlusconi, se inició con un bloguero de Bari que aún no comprende cómo sucedió tal cosa, siguió por Facebook, Twitter, sms, e-mail y se planteó (el “se” aquí alude a un colectivo formado fundamentalmente por jóvenes y por adultos, predominantemente mujeres) un encuentro sin lugar fijo que se concretó en un festival en Roma, una marcha en Milán, en manifestaciones en París, Londres y Barcelona, entre otras ciudades europeas, en citas en bares y centros sociales de miles de lugares, en bailes, conciertos de rock, teatro alternativo, siendo a la vez que seguido por YouTube y todas las redes y con millares de mensajes de video y audio que viajan en los celulares, que llegan a radios y televisoras, que desistieron de responder las llamadas dejando que se llenaran los contestadores automáticos y con anotaciones que saturaron los blogs de los grandes medios en todo el mundo. A esta altura la discusión de si fueron miles o millones se vuelve inconsistente, al no haber una presencia que se pueda medir.
Es además multilingüe y multicutural porque los italianos y europeos que se han movilizado espontáneamente se expresan en inglés, francés, en español, en forma visual, artística, musical y su mensaje finalmente no se detiene en el patético premier italiano que se aferra al poder.
La convocatoria se valió además de mensajes polisémicos, palabra que significa “con muchos sentidos”, ya desde el nombre y el color que espontáneamente se usa: viola, el color violeta, que es políticamente incorrectísimo: color de la cuaresma o de la jerarquía eclesiástica con la que no tiene nada que ver y que no se puede identificar con ningún partido político.
¿De dónde sale? En italiano el color violeta se dice “viola” y también es el verbo violar. Viola es la flor, viola es el violín y Berlusconi viola la ley, es lo que aparece en carteles coloridos.
Todo es paradoja y con múltiples sentidos: No B es Sí. Se visten de violeta porque se sienten violados. Palabra terrible “violar”: es doblegar la voluntad y la dignidad, es romper, estuprar y paradójicamente es el color tomado como enseña de libertad de expresión, de resistencia a la burocracia de los políticos que piensan más en sus puestos que en las personas, es el color contra la sociedad entre poder político y mafias, de los jóvenes con trabajos eternamente precarios, de las mujeres no consideradas social ni políticamente, es la enseña de que al margen del poder de los multimedios se puede imponer un color.
¿Cómo logran esto? Lo están haciendo porque lo pueden hacer y sobre todo porque saben cómo hacerlo. Y ¿qué es lo que constituye este saber? Hace poco Luciano Sanguinetti, en este mismo espacio, hablaba de la importancia de la brecha cognitiva, nos decía que no sólo es importante disponer de medios digitales y telemáticos sino saber cómo usarlos y con qué convicciones.
Es cierto, no olvidemos que el conocer sin un componente que es la dimensión ética es consumo y aprovechamiento. La diferencia la hace no sólo disponer de celulares y de Internet, sino además la determinación de llevar adelante un deseo. Aun dolidos por el envío de tropas a Afganistán por parte del último Premio Nobel de la Paz, lo “violan” en miles de carteles y etiquetas en los sitios que le dicen y nos dicen: I have a dream, Yo tengo un sueño. El conocimiento y el sueño son la clave.
* Consultora lingüística y documental en Europa. Docente on line de la Cátedra Tecnologías en Comunicación Social de la Facultad de Periodismo de la UNLP.
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MEDIOS Y COMUNICACION
La gripe A televisada
Tomando como punto de partida un reciente estudio del Comfer sobre el tratamiento informativo de la gripe A, Gustavo Bulla saca conclusiones sobre el ejercicio periodístico en la televisión.
Por Gustavo Bulla *
Con motivo de la propagación de la gripe A (H1N1), uno de los equipos de investigación del Comfer –integrado por Verónica Salerno, Paola Ramírez Barahona, Javiera Astorga y Mariano Barragán– ha elaborado un informe (el texto completo se puede descargar de www.comfer.gov.ar) en el cual se analiza el comportamiento de los dos noticieros televisivos nocturnos de mayor audiencia, Telenoche (Canal 13) y Telefé Noticias (Telefé). El período analizado incluyó 28 emisiones –seleccionadas de manera aleatoria– desde el 27 de abril al 30 de julio, contabilizándose un total de 107 unidades de mensaje relacionados con la enfermedad.
El informe arrojó como principales resultados que:
Pese a que los programas de noticias construyeron columnas y espacios dedicados a la transmisión de información sobre salud, las recomendaciones para evitar el contagio e identificar los síntomas recolectaron sólo 16,8 por ciento de los mensajes totales de la muestra.
Se registró escasa información dirigida a los grupos de riesgo. El 72 por ciento de los mensajes se orientó a la población en general, sin consideraciones sobre la edad, sexo, enfermedades preexistentes u otras situaciones particulares. Sólo el 2,8 por ciento de los mensajes fue destinado a las embarazadas y no se identificó ningún tipo de información dirigido a pacientes con deficiencias inmunológicas.
Dentro de los mensajes que citó alguna fuente, se detectó en un mismo plano de importancia las opiniones y consejos de profesionales del ámbito de la salud frente a testimonios que fueron recogidos entre personas que no poseían formación específica en el tema. La diferencia entre ambos fue tan sólo del 1,9 por ciento.
Se registró una utilización frecuente de titulares acompañados de palabras como “alerta”, “miedo”, “amenaza”, “colapso”, detectándose así una intención de despertar el interés del espectador desde la dramatización del abordaje de la situación sanitaria.
Las cuatro conclusiones precedentes que arroja el informe, siempre con la relatividad que supone la muestra adoptada, ilumina sobre algunas tendencias más generales del ejercicio periodístico en los medios de comunicación argentinos, y muy especialmente en la televisión. Se prioriza la información como denuncia o escándalo por sobre el servicio a la comunidad. El así llamado periodismo de impacto no se detiene ni ante una pandemia. En lugar de utilizar la enorme penetración de los medios masivos de comunicación para acercar calma y racionalidad a los comportamientos sociales frente a la enfermedad, se potenció la alarma, la confusión y las actitudes histéricas.
El oposicionismo tan cultivado últimamente por buena parte de los medios tampoco se detuvo ante la evidencia de una situación sanitaria delicada. En medio de las informaciones, a veces contradictorias, sobre los reales alcances de la enfermedad, no pocos medios y periodistas se dedicaron mucho más a señalar presuntas responsabilidades políticas que a contribuir con información de calidad para que el público pudiera adoptar medidas preventivas para evitar el contagio. La política de la sospecha constante sobre las cifras de personas contagiadas les ganó minutos y horas a los consejos para evitar que esas cifras se engrosasen. La desmesura llegó a tal extremo, que a los conductores de algunos canales y señales informativas se los veía ansiosos y hasta eufóricos ante la posibilidad de anunciar nuevas muertes causadas por la enfermedad.
La cita de fuentes y de autoridad constituye uno de los problemas más serios del periodismo televisivo de nuestro país; si se aplicaran los criterios enseñados en las carreras universitarias y terciarias de periodismo para evaluar el rigor con el cual se construyen las noticias, con el cual se chequean las fuentes, un porcentaje alto de los profesionales no aprobarían.
El informe lo consigna de manera muy gráfica: prácticamente se consultó a la misma cantidad de profesionales de la salud que a personas sin formación específica en la materia. Estas decisiones de los productores periodísticos son las que generan ese magma de opiniones e informaciones contradictorias, que desde el público receptor es percibido como un auténtico caos. Según el canal o programa que uno viera, muchas veces no se sabía si era importante o no usar barbijo, si no era una exageración y/o el negocio de alguien la promoción del lavado continuo con alcohol, ni hablar de los tratamientos una vez detectada la enfermedad, si tal antitérmico sí, si tal otro no...
La carrera frenética por captar audiencias y anunciantes lamentablemente no hizo una excepción con motivo de la pandemia de gripe A. El objetivo de analizar estos comportamientos mediáticos y darlos a conocer es suscitar la reflexión pública y recordarles a los responsables de los medios masivos de comunicación que hay cosas con las que no se puede jugar, una de ellas es la salud de la población.
* Licenciado en Comunicación UBA. Director Nacional de Supervisión y Evaluación del Comfer.
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