domingo, 8 de julio de 2012

Cultura / Un fenómeno mundial

El auge de la literatura "porno" llegó a las librerías argentinas

Cincuenta sombras de Grey narra un apasionado romance con dosis de sadomasoquismo
Por Juana Libedinsky | LA NACION
NUEVA YORK.- Cuando The New York Times hizo una nota de tapa sobre el fenómeno de Cincuenta sombras de Grey , que de la mano de Grijalbo acaba de llegar a las librerías argentinas, la foto con que se ilustró la nota y la posterior versión en papel de la novela era elocuente: sobre la tapa del libro había un papel manuscrito que aclaraba: "Sí, ésta es la novela sobre la que no ha parado de escuchar hablar".
El libro, el primero de una trilogía que narra el apasionado romance de una estudiante de literatura que debe entrevistar al empresario Christian Grey, amante del sadomasoquismo, se convirtió en tal fenómeno de ventas en Estados Unidos y en Europa que dio lugar a la aparición de un nuevo género literario, el "porno para madres", en referencia a las mujeres casadas de más de 30 años que son sus principales consumidoras.
Ahora, mientras esta obra de la escritora británica E.L. James trepa en las listas de ventas también en la Argentina, ha dejado de ser sólo un fenómeno literario para convertirse en un fenómeno comercial y con aristas inesperadas. Algunos efectos de esta novela altamente erótica, a la vez que romántica a la vieja usanza (a la muy vieja usanza: el argumento tiene puntos en contacto con Jane Eyre y los protagonistas se la pasan citando a Tess of the D'Urbervilles, de Thomas Hardy), eran de esperar. Saldrá la versión en cine, aparentemente con guión de Bret Easton Ellis, el autor de American Psycho , y estrellas jóvenes del momento como Scarlett Johansson, Kristen Stewart, Alexander Skarsgard y Ryan Gosling se barajan para los papeles principales de Anna y de Grey.
Pero el libro también está afectando la industria de la moda, la perfumería, la música, el turismo, la decoración y, naturalmente, de los juguetes para adultos, hasta tal punto que el efecto fue reportado por la revista Forbespor el potencial de mover millones como ya lo están haciendo los libros. En los últimos días, éstos superaron a Harry Potter y El Código Da Vinci como los más vendidos en tapa blanda en Inglaterra, y en Estados Unidos se espera un efecto similar.
En lo que se ha visto como la prueba concreta del enorme poder comercial de las tablets electrónicas para la ficción, el fenómeno Grey empezó de boca en boca. Amparadas por la discreción de sus ebooks , que fue como primero estuvo disponible masivamente el texto, las lectoras bajaron la novela, la leyeron y la recomendaron en voz baja a todas sus amigas.

Foto: Fotoilustración Giselle Ferro
Pero la verdadera apuesta del mercado literario ahora es ver quién escribe el próximo best seller del género que ha pasado a llamarse "mummy porn" o también "románico" (mezcla de erótico y romántico), que agrega sexo explícito a la fórmula tradicional de la novela rosa. El género ha tenido un pico en popularidad desde que la fiebre por este libro comenzó este año, sugiriendo que para las lectoras Cincuenta sombras de Grey no es un experimento que se abandona, sino la puerta de entrada a un nuevo tipo de lectura. Bared to you , por ejemplo, bastante similar en temática a Grey y, así como el libro de E.L. James, originariamente publicado online por la autora, ya entró en la lista de los diez más leídos de The New York Times, y hay varios otros contendientes.
Arrastrados por la corriente, los clásicos eróticos están viviendo un surgimiento de interés, y autoras como Jilly Cooper (la Danielle Steel británica) han prometido que, a partir de ahora, pondrán más sexo en sus novelas para acoplarse a la moda.
Pero el fenómeno no para en los libros. En lo que en el mundo del merchandising fue reportado como la movida del año, la agencia que representa a la autora de Cincuenta sombras de Grey está otorgando licencias para desarrollar no sólo juguetes eróticos y lencería, sino perfumes, maquillaje, cremas, ropa de cama, indumentaria en general, muebles para el hogar, joyas y papeles de carta basados en los que se describen en las novelas. La idea es aprovechar que el personaje de Grey no sólo es millonario, sino que, en la vida cotidiana, tiene un gusto muy refinado. "Es el primer paso para convertir a Cincuenta sombras... en una marca global", dijo Val Hoskins, la agente de E.L. James.
Por ejemplo, el sello discográfico EMI acaba de sacar una compilación digital de clásicos cuya selección fue inspirada en la novela que ya encabeza el ranking de iTunes. Los hoteles también reaccionaron rápido. En Seattle, donde se desarrolla buena parte de la novela, distintas firmas ofrecen paquetes de dos noches especiales para parejas que incluyen viajes en helicóptero, paseos en velero y picnics gourmet iguales a los del libro. Para moverse por la ciudad, hay un Audi como el del protagonista y en la habitación espera un champagne Bollinger Grande Année Rosé 1999, una de las cepas preferidas de Grey. También junto a la cama siempre hay una rosa y una corbata gris como las que acumula Christian para darle cualquier uso non sancto.
Es que, tanto como el romance, el elemento central de la trilogía Grey es obviamente el sexo. En Gran Bretaña, cadenas como Ann Summers de objetos eróticos aseguran que los látigos de cuero subieron las ventas 15%; los antifaces, 60%; las cintas de seda para atar las manos, 35%, y las esposas, 30%. En Estados Unidos en los negocios especializados señalan que es un fenómeno comercial nunca visto y que, incluso, superó al desatado por un capítulo de Sex and the City dedicado a un vibrador llamado el Conejo Rampante.
Además, en todas las fiestas de disfraces ahora están quienes llegan disfrazados de Anna y Christian; es la primera vez que la literatura erótica o pornográfica se vende en los supermercados y las farmacias, y en la cultura popular ir a "una cita con el señor Grey" se volvió sinónimo de un encuentro de alto voltaje.
Mientras los críticos debaten si la trilogía que arranca con Cincuenta sombras de Grey es algo bueno o malo para las mujeres (dado el contexto de sumisión sexual femenino de la obra), o bueno o malo para la literatura (dado que muchos critican como elemental su estilo literario), el fenómeno comercial que impulsó en el mundo anglosajón no se detiene, e incluso posiblemente se retroalimente de todo el debate. La gran incógnita es si esto se repetirá en el resto del mundo ahora que están saliendo las traducciones y en las próximas semanas estará la respuesta

No hay comentarios:

Publicar un comentario