domingo, 25 de diciembre de 2011

Reseñas

Probamos el Nokia N9, único en su especie

Tiene una pantalla curva, una novedosa interfaz y carece de botones al frente. Pero su sistema operativo no seguirá en desarrollo
Por Ricardo Sametband | LA NACION
Es una pieza de colección. Es una obra de arte y está destinado (lamentablemente) a ser parte de un museo. Es el N9, claro, el teléfono que marca el final de una estirpe de dispositivos basados en Linux que nació en 2005 con la tableta 770. Nokia tenía al sistema operativo del N9, MeeGo, como su próxima plataforma hasta febrero último, cuando decidió apostar el futuro de la compañía por Windows Phone 7. Usar el N9 es raro, entonces, porque uno lo hace sabiendo que no habrá segundas partes, aunque sí actualizaciones de firmware hasta 2016.
Aun así es uno de los móviles más bonitos y agradables de usar que haya visto. El teléfono no tiene botones al frente; apenas los de volumen y de encendido y bloqueo al costado. Para activarlo basta darle dos golpecitos a su fantástica pantalla AMOLED de superficie curva de 3,9" y resolución 854 x 480 pixeles.
El borde de la pantalla se une con el resto del equipo (una única y sólida pieza de policarbonato) y prescinde así de los bordes que podrían molestar a la yema de nuestro dedo cuando éste se desliza por la pantalla, un gesto con el que se maneja todo el equipo.
El N9 tiene tres vistas unidas en un carrusel: la pantalla inicia, con alertas de mensajes, llamadas, mails y actualizaciones de redes sociales; la lista de aplicaciones disponibles, y las miniaturas de las que están activas en ese momento. No importa en qué vista estemos, las otras dos se encuentran a un gesto de distancia.
En Nokia lograron así simplificar muchísimo el manejo de este smartphone, que no tiene un hardware particularmente novedoso, pero tampoco modesto, y en donde MeeGo, su sistema operativo, opera con gran fluidez.
Incluye un chip a 1 GHz, 1 GB de RAM, 16 GB de almacenamiento interno y una cámara de 8 megapixeles con lente Carl Zeiss y flash LED que graba video en 720p y es, por lejos, una de las más rápidas que probé.
Tiene todo lo que necesita un smartphone moderno: cliente de correo, de mensajería, acceso nativo a Twitter, Facebook, Google Talk y Skype; un sofisticado navegador Web (pero sólo con Adobe Flash light); reproductor multimedia, visor de archivos de oficina y demás.
Sus debilidades están en la ausencia de una radio FM, la imposibilidad de extender la capacidad de almacenamiento y en oferta de aplicaciones, notoriamente más limitada que sus competidores: hay programas y juegos, pero pocos. Por ejemplo, no existe una versión de Whatsapp .
Para quienes esto no sea un limitante, el Nokia N9 es una alternativa estupenda para tener un smartphone muy sofisticado y ciertamente singular.
Personal lo ofrece a $ 1799 y color Cian; Claro, a $ 1999 y versión Magenta; Movistar, también a $ 1999 y versión negra (esta última está para las otras dos operadoras también), todos con un abono de 199 pesos.
Blog. El lector encontrará un análisis de mayor extensión sobre el Nokia N9 en http://blogs.lanacion.com.ar/movilandia.

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