viernes, 8 de agosto de 2008

ARGENTINA EL ESPACIO DE JORGE DELL’ORO
Cuando la marca genera confianza
En la columna de hoy, Dell’Oro analiza los efectos que tuvo la utilización de dos logotipos prestigiosos en el operativo de liberación de Ingrid Betancourt en Colombia, y el sentido que toman esos símbolos en el imaginario general
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El autor analiza “los patrones de conducta guiados por la confianza hacia ciertas marcas y la imagen que éstas proyectan”.
En la reciente liberación de Ingrid Betancourt hubo un hecho que, quienes nos dedicamos a la comunicación, no podemos dejar pasar por alto.
El uso de dos logotipos que generaron confianza en las FARC, uno el de la Cruz Roja Internacional y el otro el de Telesur, el canal de televisión creado para contrarrestar la influencia de CNN en América Latina. Esta cadena televisiva cuenta con la inversión de la Argentina, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Venezuela y Uruguay.
Sin duda, la utilización de estos símbolos y de helicópteros blancos fue una acción premeditada del gobierno colombiano para enmascarar la “Operación Jaque” de rescate, como una acción desarrollada por parte de organizaciones humanitarias. El propio ministro de Defensa de Colombia admitió “el uso de algunos disfraces en el reciente rescate”.
Más allá del uso “ilegal” como sostienen algunos observadores, o como para otros, que “el fin justificó los medios”, está lo que representan estos símbolos, su acción significante e imagen que proyectan sobre quienes los visualizan.
En este caso, una acción militar tuvo como envase a una organización mundial que simboliza neutralidad, la Cruz Roja Internacional. La misma fue acompañada por un medio de comunicación amigo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como es Telesur.
Vale la pena recordar que esta emisora a principios de año grabó y transmitió la entrega unilateral de seis rehenes de la FARC al presidente Hugo Chávez. Y en mayo difundió el video de la organización guerrillera que confirmó la muerte de su jefe Manuel Marulanda, alias Tiro Fijo, ocurrida en el mes de marzo.
Las percepciones, experiencias y vivencias que son significativas para los individuos, se registran en nuestra mente, remitiéndonos a valores o patrones que predisponen nuestra conducta hacia determinados símbolos, transformándolos en imagen positiva.
La guerrilla colombiana no pudo sustraerse a lo que le pasa a cualquier ser humano, cuando ciertas imágenes mentales –o estereotipos- poseen impacto emocional, una fuerte pregnancia psicológica o una alta capacidad de implicación de los individuos. Estas representaciones devienen en patrones de conducta guiados por la confianza hacia ciertas marcas y la imagen que éstas proyectan.
Esto se puede corroborar con las declaraciones de quien fuera uno de los carceleros de los rehenes, que fue detenido durante el rescate el 2 de julio, quien había contado, a través de su abogado, que recién confió en la supuesta misión internacional cuando vio los símbolos de la Cruz Roja y Telesur, dos instituciones que habían participado en las liberaciones anteriores. Según relató a la prensa, el hombre que llevaba el logo de Telesur en su ropa se parecía mucho a Jorge Enrique Botero, periodista colombiano que destapó la noticia sobre el embarazo de Clara Rojas, la ex compañera de fórmula de Betancourt, y uno de los primeros corresponsales que tuvo Telesur en Colombia.
A la luz de estos hechos se puede puntualizar, como lo hace Joan Costa, que “existe un conjunto significativo de mensajes generados por una marca, que el receptor sintetiza mentalmente en atributos o valores que para él son realidad”.
Hoy, en política, muchas marcas no son el partido, si no las personas que militan en él. Ingrid fue candidata a la presidencia de Colombia por el Partido Verde Oxígeno, pero ¿quién se acuerda del partido?
La pregunta que cabe hacerse es: ¿Betancourt será la marca de una nueva política colombiana?

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