Conicet y UNR trabajarán en la investigación de delitos
Un grupo de investigadores del Instituto de Física Rosario (Conicet - UNR) trabaja junto a la Policía Provincial para investigar el delito.
Cuando se dispara un arma de fuego, el fulminante -la parte del proyectil que inicia la combustión de la carga explosiva que producirá la expulsión de la bala- deja escapar residuos hacia la mano de quien la acciona. Estos residuos están compuestos, principalmente, por tres metales: plomo, bario y antimonio, que pueden ser detectados por medio de microscopía electrónica de barrido.
"En la actualidad, en la Provincia de Santa Fe, la detección de estos rastros se hace a través de métodos químicos que (está probado) son menos precisos", señaló en diálogo con Rosario3.com, el doctor Raúl Bolmaro, director del Laboratorio de Microscopía Electrónica de Barrido, y agregó que según lo previsto, "en junio de 2014 estarían terminando el entrenamiento a los usuarios del equipo que serán miembros de la Fuerza Policial o de la Justicia, según decida el gobierno provincial".
"Las imágenes de alta resolución y gran detalle que produce el microscopio, no sólo son aplicables a la investigación de los residuos de disparos de armas de fuego sino que también pueden utilizarse para analizar fibras de ropas, alfombras y tejidos, cabellos y larvas, entre otros rastros que generalmente se obtienen en los escenarios de delitos. Por eso, el microscopio puede ser una herramienta muy útil para sumar a la resolución de casos criminales o accidentes", sostiene Bolmaro.
El proyecto que combina la ciencia y la investigación criminal surgió a partir de la inquietud de un laboratorio forense de la Policía de la Provincia y cuenta con financiamiento del programa de apoyo a proyectos de investigación sobre temas de interés provincial. "La idea es entrenar al personal, diseñar un protocolo adaptado a las necesidades y posibilidades locales, y dar un consejo final acerca de cuáles deberían ser las características de un laboratorio adecuado para la investigación forense", resume el profesional.
Las diferencias con el método usado actualmente
"Obtuvimos diferencias muy grandes entre lo que nosotros podemos ver y detectar y lo que se puede encontrar por otras metodologías", afirmó la doctora Martina Avalos, investigadora del Laboratorio. Esto se debe al gran poder de resolución del microscopio que utiliza electrones para analizar la muestra. Según explica Ávalos, cuanto menor es la longitud de onda de la señal que se utiliza para ver la muestra, mayor es la posibilidad de distinguir dos puntos como diferentes.
Para mostrar la potencia del microscopio electrónico, la investigadora compara: "en el microscopio óptico se utilizan los fotones que, por ejemplo, para el color verde tienen una longitud de onda asociada de alrededor de 500 nanómetros mientras que en el microscopio electrónico se utilizan electrones acelerados que tienen una longitud de onda del orden de 10-3 nanómetros, donde nanómetro es una unidad mil millones de veces más pequeña que el metro".
"En casos reales, cuando se captura a un sospechoso en situación de fuga o algunas horas después de que ha sucedido el delito, hay más posibilidades de detectar partículas de los residuos del fulminante a través de microscopía electrónica que por métodos químicos", sostiene Bolmaro y destaca que "la gran ventaja que tiene la microscopía es que las muestras quedan intactas y se pueden guardar para una contraprueba, en cambio con los métodos químicos se destruyen al analizarla".
"Los métodos químicos no permiten la determinación de tres elementos fundamentales (plomo, bario y antimonio) a la vez, sino que hay que detectar dos elementos por un lado y el tercero por otro. En el caso de la microscopía electrónica, se puede encontrar los tres elementos juntos e, incluso, saber cuál es su disposición en la muestra", explica Ávalos.
El equipo de alta precisión y su aplicación en Santa Fe
La metodología de microscopía electrónica para el análisis criminalístico - forense ya están aceptadas por la Policía Federal y se utilizan en algunos sistemas de seguridad y judiciales provinciales de la Argentina. Hay unos 20 equipos similares en el país. Sin embargo, en la Provincia de Santa Fe aún no se encuentran entre los procedimientos de rutina por lo que no pueden emplearse regularmente en casos reales. Por esta razón, la puesta a punto del método y la formación de recursos humanos policiales se realizan a partir de muestras producidas en prácticas, en polígonos de tiro.
El microscopio electrónico de barrido empleado para este proyecto funciona desde 2011 en el Centro Científico Tecnológico Rosario y fue financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. "Básicamente el objetivo es hacer investigación, pero también el compromiso es que se pueda hacer cualquier tipo de servicio o transferencia para otros proyectos, universidades, empresas o industrias", señaló Bolmaro, en referencia a la utilización del equipo y añadió que "lo ideal sería que la provincia contara con dos equipos (uno para Rosario y otro para Santa Fe), ya que el traslado a largas distancias puede comprometer la capacidad del equipamiento. Esto es mejor que trasladar la muestra a la Universidad para su análisis", aseguró.
Según explican los investigadores, los microscopios que la provincia debería comprar son de origen europeo (se fabrican en Holanda y algunas partes provienen de China) y tienen un costo aproximado de 200 mil dólares, además del que implica su correcta instalación, para garantizar la trazabilidad de la prueba en todo momento. Rosario3
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