La segunda parte de un drama


En abril del año pasado, con motivo del lanzamiento de la señal TNT en los Países Bajos, la agencia Duval Guillaume Modem tomó por asalto una calle céntrica de Bélgica para inyectarle el espíritu de este canal de películas y series, activación publicitaria que se encuadra en los llamados flashmobs, intervenciones sorpresivas en la vía pública, que forman parte de la comunicación de una marca.
Un botón y un cartel que lo apunta con una atractiva leyenda: “Push to add drama” (“Apriete para agregar dramatismo”) fueron el disparador en aquel momento y, menos de un año después, la misma agencia reitera la acción como una suerte de segunda parte de la idea:
Otro ejemplo de los nuevos tipos de acercamiento de las marcas hacia sus consumidores, siempre con la idea de invitarlos a vivir una original experiencia de marca. A diferencia de aquella primera vez, la actuación del elenco contratado para esta ficción callejera controlada mejoró un poco la performance del año pasado.
Por otro lado, el traslado del ¿involuntario? transeúnte protagonista del lugar donde estaba ubicado el botón hacia otra locación incrementa el vértigo de la ficción.