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domingo, 11 de abril de 2010

sociedad de consumo


altos riesgos en los costos financieros y la novedad tecnologica
Comprar en 50 cuotas provoca más felicidad que refugio de la inflación
La fiebre por comprar con facilidades LCD antes del Mundial mezcla pasión futbolera con búsqueda de cobertura financiera. Enseñanzas y conveniencias de mirar 50 meses atrás
Por Carmen Lopez Imizcoz/M.B.
La tentación es grande. A las expectativas de inflación en alza, un dólar quieto y tasas de depósitos a plazo fijo poco atractivas, se sumó el fervor futbolístico y los acuerdos de los bancos y las casas de electrodomésticos que lanzaron los fabulosos planes de 50 cuotas, que arrancan en $ 49,98 mensuales.
Lo que hace alucinar a quienes, a pesar de la inflación, disponen de algún excedente no se llama LSD, como la droga de los 70, pero suena parecido: LCD (liquid crystal display, pantalla de cristal líquido), que se consolida como la opción elegida por los hogares argentinos para ver el Mundial de Sudáfrica, que comienza en apenas 60 días.
Quienes deciden sumarse a la fiebre del LCD en minicuotas es que la inflación les licuará los pagos y, así, en plazos de hasta 50 meses –cuatro años y dos meses–, los $ 49,98 que les lleguen en el resumen de la tarjeta de crédito serán una cifra irrisoria y le habrán ganado a la suba de precios. De hecho, $ 50 ya hoy parecen “poca plata”: son cinco kilos de manzanas o dos kilos de asado. Pero esta línea argumental de consumo, según advirtieron los economistas consultados por PERFIL, aunque atractiva para los futboleros fánaticos que quieran renovar sus equipos, no necesariamente implica un triunfo sobre la inflación o una revancha financiera.
“La trampa de las tasas reales negativas (descontando la inflación), que rinden los depósitos, lleva a muchos sectores a la descapitalización ya que ahorrar no es un buen negocio”, alertó Luciano Laspina, economista jefe del Banco Ciudad. Entonces, “los sectores que no tienen capacidad de invertir en bienes que preserven su valor real como las propiedades, están obligados a consumir en bienes de amortización acelerada”, como los electrónicos, destacó Laspina, para quien, necesariamente esta estrategia “es pan (o LCD) para hoy y hambre para mañana”, ya que la descapitalización de largo plazo está asegurada.
Mirando atrás. Hace cuatro años, la mejor TV disponible en cuotas en el mercado local, un plasma de 42”, salía $ 8.450 al contado en Garbarino, aunque se podía financiar en 12 cuotas fijas sin interés de $ 704, con cualquier tarjeta de crédito. Si entonces hubiera existido un plan de 50 cuotas (de $ 169), recién este año hubiera concluido de pagar su deuda con Garbarino alguien que hubiera comprado el equipo para el Mundial 2006.
La pregunta del millón es si este consumidor hipotético hubiese hecho negocio o no, luego de pagar religiosamente cada una de las 50 cuotitas de $ 169 o si, por el contrario, le hubiera convenido más depositar sus ahorros mensuales en un plazo fijo en pesos o ir comprando dólares y atesorarlos bajo el colchón. Retrospectivamente, si hubiera optado por ver el Mundial 2006 en un bar o en lo de un amigo y hubiera recurrido al dólar o al plazo fijo, no sólo hoy podría comprarse el mejor televisor actual del mercado masivo (un LCD de 42”) sino que, además, le hubiera sobrado dinero (ver infografía).
Además, los planes de financiación están planteados de forma engañosa. “Las 50 cuotas “sin interés” se basan en que los precios locales de los LCD son altísimos en dólares. Por eso, aún en un contexto inflacionario sigue siendo un buen negocio”, explicó Jorge Colina de IDESA, quien citó un ejemplo: un LCD de los que se venden en 50 cuotas sale $ 6.000, unos US$ 1.550. Ese mismo LCD en los EE.UU. está unos 730 dólares. Si el vendedor compra esos aparatos a US$ 450, la tasa de interés implícita que cobra por este sobreprecio es de 2,5% mensual, o 35% anual. “Se cobra un sobreprecio muy alto para luego dar la facilidad de venderlo a “50 cuotas sin interés”. No hay mucha magia”, concluyó Colina.
Sigue
Amortización acelerada
El estándar en materia de TV de alta definición en el mercado argentino es el LCD, pero ya hay nuevas opciones. Los televisores LED ya están dando sus primeros pasos, y lo que se viene es el televisor 3D.
La tecnología LCD lleva varios años en el país y es la principal responsable del crecimiento del segmento de televisores de alta definición.
Prácticamente todas las marcas ofrecen versiones y sus principales ventajas son el excelente contraste y nitidez, más un ahorro de hasta un 40% de la energía utilizada en su operación.
La tecnología LED –que ya llegó al país de la mano de Samsung y que pronto traerán también Sony, Sharp y LG– es la niña mimada de los ambientalistas: supone un 50% de ahorro energético respecto del propio LCD. Aun así, su principal argumento de venta es la calida de la imagen.
Por último, las firmas Sony, Samsung, Panasonic y LG anunciaron que lanzarán este año modelos de TV 3D en la Argentina.
Decíamos ayer
Hace cuatro años, los planes para comprar TV eran, a lo sumo, de 20 cuotas fijas sin interés, una facilidad que ofrecía Carrefour, que ya recurría a la estrategia de un “descuento” de 10% si el comprador optaba por 12 pagos. La extinta cadena Norte ofrecía 15 pagos para TV de pantalla plana de 21” y 29”; Garbarino tenía 12 pagos y Frávega lanzaba combos que incluían, además del TV, un reproductor de DVD y un mueble. Ningún plan ataba la tarjeta de crédito con un banco.

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